FACULTAD DE MEDICINA
LICENCIATURA DE MÉDICO CIRUJANO
PSICOLOGÍA MÉDICA. CONTROL DE LECTURA
TEMA 5: CICLO VITAL-INFANCIA
“Lo
que pongas en los primeros años de tu vida quedará en ella hasta más allá de la
muerte”
***
En el desarrollo e involución de
la personalidad, la herencia proporciona la estructura y el trasfondo que
determina las bases de ciertas cualidades y el ritmo total del lapso de la
vida.
La personalidad es el resultado
del despliegue de la dotación biológica y de las experiencias que la modelan
durante los primeros años. La influencia del ambiente sobre la dotación genética
se deja sentir muy precozmente. Las influencias de los padres en el niño
comienzan a delinearse en sus actitudes hacia la concepción y las
circunstancias que rodean al embarazo.
1. EMBARAZO, PARTO Y PUERPERIO
En el trascurso del embarazo, un
producto vine dotado genéticamente puede ser dañado si la madre sufre
intoxicaciones e infecciones, particularmente por un virus como la rubeola o
por los efectos teratogénicos de los medicamentos. El peligro es mayor durante
los primeros tres años de gestación.
El parto prolongado o traumático,
la utilización de fórceps y la hipoxia dañan al cerebro. Algunos obstetras
atribuyen riesgos a la anestesia y también presiones a las que esta sujeto el
producto en la operación cesárea tiene efectos nocivos al cerebro. Los recién nacidos
difieren en cuanto a la sensibilidad de los ruidos, estímulos táctiles, succión,
funcionamiento del aparato digestivo, ritmo del sueño y de la vigilia.
Las observaciones llevadas a cabo
directamente en niños por Ribble, Spitz, Bowlbly, Mahler y otros más han puesto
de relieve el carácter transaccional de la relación madre-hijo.
En la relación madre-hijo, la
madre no solo alivia las necesidades del niño generadas en sus tensiones
internas, sino que también provee los estímulos necesarios para el desarrollo del
psiquismo infantil. El modelo de la relación es el de servo circuito o circuito
de retro estimulación.
SPITZ, ha mostrado la
riqueza de las señales que son comunicadas en esta relación: contactos con la
piel, tensiones musculares, tono de la voz, olor, expresiones del rostro, etc.
En la relación se encuentran las influencias conformadoras que determinan en
buena parte las formas de relación del niño con otros objetos, es decir, su
modo propio e individual de vincularse con el mundo personal e impersonal.
La interacción entre la madre y
el feto comienza en el momento de la concepción. El nacimiento, la interrupción
de la simbiosis madre-feto representa un trauma fisiológico, dado que la Fisiología
del neonato experimenta un cambio después de su pasaje a través del canal pélvico,
ahora para asegurar la satisfacción de sus necesidades básicas de su vida,
tiene que ser activo.
2. NACIMIENTO
Y PRIMERAS SEMANAS DE VIDA
En las primeras cuatros semanas
el niño es extremadamente frágil y vulnerable, su necesidad de recibir atención
y ser protegido del ambiente es apremiante. El niño no ha recibido aún imágenes
evocables y aun cuando es capaz de recibir señales luminosas, habrán de
transcurrir varias emanas antes de adquirir la visión binocular.
Después de la tercera y antes de
la quinta semana, el niño es capaz de sonreír ante un rostro cualquiera o la representación
de un rostro sonriente.
Hacia la décima semana, el niño sonríe
espontáneamente a su madre, lo cual indica que ha establecido un contacto
emocional. En esta etapa, llamada de simbiosis
por MAHLER,
lo esencial es que el niño se experimenta unido a su madre.
Hacia los 5 o 6 meses, cuando el
niño se encuentra entre personas extrañas, experimenta ansiedad, llora y se
agita, pero se calma al regresar a los brazos de su mamá. Esta angustia ante la
separación es una experiencia precursora de otras experiencias angustiosas.
3. DESARROLLO
DE LA INFANCIA
A partir del sexto mes, de
acuerdo con Mahler el niño entra en la etapa de separación-individualización, que
se extiende hasta el final del tercer año de vida.
Spitz describió dos entidades clínicas:
El hospitalismo, es un retraso
en el desarrollo físico y mental que se acompaña de una notable vulnerabilidad
a las enfermedades y que ocurre en niños sujetos a un ambiente institucional
prolongado en condiciones psicológicas inadecuadas. L a que llamo depresión anaclítica es una reacción
de duelo, que puede avanzar hacia un estadio de marasmo y retirada y aun
estupor irreversible.
La siguiente fase, de práctica, se extiende desde los 10 a
12 meses hasta los 16 o 18 meses. Lo más notable en esta etapa son los logros
del niño en el área motriz. La maduración de su sistema nervioso le permite desplazarse
a voluntad. La fuente principal de satisfacción es la alimentación y puede
controlar voluntariamente los músculos, incluyendo los esfínteres del ano y
vejiga; así mismo, comienza a desarrollar su habilidad motriz para explorar el
mundo que lo rodea.
WINNICOTT, hace hincapié en un objeto
transitorio que tiene como función permitir al niño dominar la angustia
de la separación. El objeto tiende a manipular según sus deseos, representa a su
madre.
El creciente control voluntario
del sistema muscular permite al niño participar activamente en su adiestramiento,
FREUD lo llamo fase anal, el niño
aprende a distinguir entre lo aceptable y lo inaceptable, controla su deseo de
jugar con sus heces y manipular objetos tales como comida, lodo, plastilina,
etc y solo hace formas que la madre le permite.
Alrededor de los 15 ocurre lo que
KAPLAM llama segundo nacimiento del niño, en esta etapa emerge la mente
pensante y como consecuencia, el mundo de símbolos, imágenes y conceptos
remplaza al mundo simple del movimiento y de la acción; conforme el niño se
mueve hacia el nacimiento psicológico, el sentimiento de separación le causa sufrimiento.
La fase de separación- individualización,
se extiende de los 18 meses a los 2 años de vida. Se dan las primeras
verbalizaciones y un manejo más efectivo de la autonomía. El niño usa frecuentemente
la negación como forma de autoafirmarse.
La siguiente fase emerge hacia el
tercer año. Se caracteriza por la adquisición de la capacidad de mantener la representación
mental de los objetos, PIAGET la
llamo constancia objetual,
donde el niño requiere memoria y las nociones de tiempo y espacio. Se adquieren capacidades psicológicas: síntesis e integración.
El niño percibe claramente la
figura de la madre y del padre sin confundir estímulos que provienen de ellos.
SUULLIVAN llamo a esta
forma de pensamiento, caracterizado por procesos secundarios, Pensamiento sintáxico, para
distinguirlo del pensamiento paratáxico, característico de los procesos
primarios.
ERIKSON piensa que las vivencias
que el niño tiene en esta época de la vida y la relación que establece con su
madre son determinantes para el futuro. A través de su separación, el niño
desarrolla la confianza de ser aceptado y de que sus necesidades serán satisfechas.
Erikson denomino Confianza básica a esta condición.
A los 3 años de vida, el niño ha
desarrollado grandes capacidades cognoscitivas, tiene una percepción clara de
si miso, de su madre y padre como figuras más importantes. El pequeño siente atracción,
ternura y a la vez hostilidad hacia los padres.
ANA FREUD llamo la atención
sobre este mecanismo de identificación al agresor. Se piensa que cuando las
funciones de síntesis e integración no se han desarrollado adecuadamente, estos
mecanismos fóbicos tienden a continuar o bien reaparecen en etapas posteriores
de la vida.
A los tres años, comienza la fase sexual, donde el pequeño
observa su pene y tiene curiosidad acerca de él. La manipulación produce sensaciones
placenteras. A partir de los 5 o 6 años, el niño se torna más introvertido y
exterioriza sus afectos, su fantasía y sus preocupaciones, Freud la llamo Periodo
de Latencia la cual se extiende hasta la Pubertad. A partir de las limitaciones,
el psicoanálisis al poner énfasis en las determinaciones experienciales del
desarrollo de la personalidad y en las bases infantiles de la salud ha
constituido un camino transitable para la comprensión de la subjetividad del
niño.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
DE LA FUENTE,
Ramón. PSICOLOGÍA MÉDICA. ED. Fondo de cultura económica
LÓPEZ, Ibor. Alonso
Ortiz. Ibor Alcocer. LECCIONES DE PSICOLOGÍA MÉDICA. Ed. Masson
ELABORÓ: HERNÁNDEZ
VALDÉS TOMÁS ENRIQUE Médico Cirujano: Psicología Médica-Grupo: 1